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Fábrica de creación de personajes I

MANUAL DEL PERFECTO CREADOR DE PERSONAJES NOTA INTRODUCTORIA


Este manual pretende ayudar a la creación de personajes literarios, serios y de corte humorístico, desde mi propia, subjetiva y humilde experiencia. No he encontrado nada específico al respecto en autores consagrados, aunque sí ciertas citas que se refieren a la creación de personajes, englobadas dentro de algo mucho más amplio, como es la creación literaria. Citas que reseñaré en otro apartado de este manual.

El hecho de que esté dedicado fundamentalmente a la creación de personajes literarios no implica que no pueda extenderse a la creación de personajes cinematográficos, a través del guión y a los teatrales.

DOS TÉCNICAS FUNDAMENTALES

Me apasiona la faceta de la interpretación, de ahí que haya decidido aplicar también sus técnicas a un proceso que es diferente, aunque ambos tengan muchos puntos de contacto. De todos es conocida la escuela de interpretación del Actor`s Studio, de donde han salido grandísimos actores cinematográficos y teatrales que no vamos a citar pormenorizadamente ahora.

Mi conocimiento del método Stanislawsky es superficial y tangencial. Me viene de la lectura de biografías de actores y directores de cine. Sé, por ejemplo, que Marilyn Monroe estudió allí y en sus rodajes iba acompañada casi siempre de la esposa del actor del método. Actualmente estoy viendo documentales en la tv por cable sobre actores contemporáneos que han estudiado allí.

Para darles algunas nociones sobre la creación del personaje literario desde dentro del mismo me basaré en este método. La otra técnica es la clásica, la del actor que recrea a su personaje desde fuera, como si pintara un cuadro, añadiendo pinceladas aquí y allá.

TÉCNICA DE CREACIÓN DE PERSONAJES DESDE DENTRO

El método Stanislawsky se basa en la interpretación de un personaje intentando situarse en el interior del mismo. Para ello el actor intenta ponerse en la piel del personaje y adaptar la conducta, los gestos, la voz y el carácter del mismo a sus propias experiencias, es decir a vivencias que tienen ciertos puntos de contacto con las que se le suponen al personaje.

Así, para interpretar a un asesino en serie, un actor que siga este método buscará en su interior experiencia de odio hacia alguien e intentará aplicar sus fantasías y emociones a la interpretación de este personaje. Se documentará estudiando la vida de conocidos asesinos en serie y si puede se entrevistará con alguno en la cárcel para ponerse en su piel con más facilidad.

Esto se puede aplicar a cualquier tipo de personaje. Si se trata de uno que está enamorada el actor buscará en sí mismo emociones y conductas que se aproximen a lo que se supone que su personaje debe sentir en la historia que está interpretando. Se trata de interpretar desde una recreación interior de emociones y vivencias del personaje. Una vez que siente lo que aproximadamente debería sentir su personaje en determinadas circunstancias intentará expresarlo a través de gesticulaciones, modificaciones del rostro, de la voz y de la conducta. No siente ningún recelo a que su propia personalidad se exprese a través del personaje mientras su personalidad se ajuste como un guante a la personalidad del personaje.

En la creación literaria esta técnica tiene que sufrir necesariamente alguna modificación, ya que el creador literario no va a “interpretar” al personaje, sino a describirlo a través de la palabra, contando sus andanzas en una historia.

No necesita, pues, poner la voz que se supone tendría el personaje o imitar su forma de caminar, de gesticular o de expresar emociones a través del rostro. Aquí se trata de intuir cómo actuaría un personaje literario en determinadas circunstancias y describirlo en la narración.

DIFICULTADES DE ESTA TÉCNICA

No todos los escritores, como no todos los actores, gustan de un proceso creativo en el que hay que poner mucha carne en el asador y “tostarse” a veces. Les parece un proceso un tanto esquizofrénico y demasiado duro para los supuestos resultados que se van a conseguir.

No es mi caso, nada más sencillo para mí que introducirme en la piel de un personaje y “vivir” lo que luego tengo que narrar en un relato. Por eso a quienes encuentren muy problemática esta técnica les aconsejo la otra.

TÉCNICA DE CREACIÓN DE UN PERSONAJE DESDE FUERA

Es mucho más sencilla, aunque tiene también sus dificultades. Les sugiero que se vean como pintores que van a pintar un cuadro determinado. Antes de tomar el pincel es conveniente documentarse. Si su personaje es, por ejemplo, policía, no estaría de más que se documentasen sobre cómo funcionan las policías del mundo. A qué leyes deben atenerse, cómo están organizadas, y si conocen a alguien de su entorno que sea policía intenten hablar distendidamente con él.

Documentarse sobre uniformes, armas, horarios y protocolos de actuación en los diferentes supuestos que pueden darse, así como todo lo que tenga relación con su personaje no es ahora complicado, ya que a través de Internet resulta mucho más sencillo que ir a una biblioteca pública y regresar a casa con un montón de libros.

Una vez documentados comiencen a dibujar el físico del personaje. Para ello pueden buscar fotos de personas reales con cierto parecido a cómo sería físicamente el personaje que han imaginado.

Mi experiencia personal me dice que una foto es de gran ayuda a la hora de describir el físico de un personaje. Así, si buscan miradas peculiares, adecuadas a la idiosincrasia del personaje pueden buscar fotos, estudiarlas y cuando encuentren algo parecido intenten describirlo. En el proceso el personaje sufre cambios, se hará más personal, más “criatura del creador”. No se inhiban y déjense llevar en este proceso, el subconsciente les dará agradables sorpresas.

Una vez dibujado el personaje y llevado al cuadro necesitan formar su carácter. Muchas veces la historia que van a contar les obligará a darle o quitarle cualidades o defectos que en un principio les gustaban para el personaje. No pueden, por ejemplo, describir a un personaje como vital y alegre si han pensado para él un final dramático (el suicidio, por ejemplo). O bien crean situaciones trágicas que hagan creíble ese final o su personaje nunca será verosímil.

Si necesitan una mujer o un hombre atractivos para un personaje busquen fotos de mujeres u hombres atractivos o recuerden personas así en su entorno cotidiano. A partir de este momento comienza el proceso de fotoshop o edición de fotos. Imagínense en la pantalla de su mente a la persona que han elegido y mentalmente vayan poniendo o quitando, retocando ese rostro y ese físico. Si quieren hacerlo con una foto en el ordenador será muy divertido. En mi caso, no siempre, pero a veces esbozo al personaje, guardo el texto en un archivo y pongo una foto de la persona en la que me estoy fijando para describirle en ese mismo archivo. Al final mi personaje se acaba pareciendo muy poco al modelo, pero al principio ayuda mucho.

Los retoques pueden ir en el sentido de : mi personaje está un poco más gordo, es más cabezón, o más delgado o tiene los ojos de otro color o… Este es un proceso meticuloso y muy largo. Si no disponen de tiempo limítense a buscar una imagen que se acerque al físico de su personaje, interiorícenla y dejen que el tiempo y su subconsciente hagan el resto.

Como en este taller no hay ninguna prisa en crear a su personaje, lo que importa es que lo hagan bien, dense el “gustazo” de seguir todo el proceso y disfruten del resultado. Cuando tengan menos tiempo y más urgencia en crear un personaje esquematicen el proceso y sáltense las partes menos importantes.

Lo ideal sería que en un determinado momento ustedes pudieran imaginarse que alguien llama a su puerta y “¡hete aquí!” que allí está su personaje, tal como lo habían imaginado. Invítenlo a pasar, preséntense y charlen con él sin prisa. Si pueden hacer esto, introducir a su personaje en una historia o en un relato cualquiera será como coser y cantar.

Un dato importante: los personajes se suelen crear para que forman parte de una historia concreta. Una vez que lo hayan creado tendrán que adaptar su físico y su personalidad a esa historia. También es posible hacerlo al revés: crear al personaje y luego le dan una historia en la que se sienta cómodo.

En mi caso esto es lo que hago con mis personajes humorísticos, primero los creo y luego les doy una historia a su medida. Cuando tengo ya una historia intento que el personaje que estoy creando se adapte bien a ella. Nota importante: No se asusten si el personaje comienza a caminar por su cuenta y les estropea lo que tenían previsto para él. Estos personajes son los mejores, los ideales. Tendrán que modificar la historia previamente esbozada. No importa, la nueva será mucho mejor que la anterior.

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Fábrica de creación de personajes II

EL PERSONAJE EN EL RELATO


Una vez que el personaje está creado hay que pasar por un largo proceso para introducirlo en la narración. Habrán esbozado un pasado del personaje y unas características que a menudo no serán necesarias en esa historia concreta. No se preocupen, en la vida real, cuando conocemos a una persona no sabemos todo sobre ella y probablemente nunca lo sabremos, pero a pesar de ello está ahí y los rastros de su pasado aparecen en su rostro, aunque solo con el tiempo llegaremos a conocer esos detalles.


En una narración ese personaje solo dejará que el lector sepa determinadas cosas sobre él. El resto no interesa, aunque el lector intuirá que hay mucho más de lo que está viendo. Si es un personaje “sólido” puede ser aprovechado en otras historias y hasta el lector se las imaginará para él.



En este momento comienza el relato. Tienen al personaje y ahora comienza a “vivir” a hacer cosas. Escriban el primer capítulo y vean cómo funciona el personaje. Si tiene que interactuar con otros los habrán esbozado ya o lo harán en ese momento. Si son secundarios el proceso será más corto y sencillo y si son coprotagonistas deberán hacer con ellos lo mismo que hicieron con el protagonista.



Según vayan narrando la historia el personaje, los personajes, cambiarán. Incluso llegará un momento en el que se sientan bloqueados. No se asusten, es algo perfectamente normal. Dense un tiempo, dejen que la historia se “cueza” en su subconsciente y estén atentos a los nuevos “olores” que saldrán de la olla. Forzar a los personajes o la historia siempre es contraproducente, es mejor dejarlo reposar un tiempo. En algún momento se les ocurrirá algo que solucionará un problema o el personaje hará algo en su imaginación que les parezca mucho más verosímil que lo que estaba haciendo en ese momento en la historia.



UN ÚLTIMO CONSEJO



No intenten actuar como dioses creadores que manejan a sus criaturas como si fueran marionetas. Estos personajes nunca funcionan bien.


Véanse mejor como espectadores que observan el desarrollo de una historia delante de sus narices. Tomen notas, analicen, imagínense qué pasaría si…


El resto de detalles de este proceso será mejor que los vivan paso a paso y conforme surjan los problemas los iremos despachando.


Recuerden que documentarse es muy bueno, que observar y anotar lo que sucede en nuestra vida cotidiana, cuando algo nos llama la atención, puede servirles y que los sueños a veces son mucho mejor que ver una película donde nuestro personaje está actuando.


Procuren no sufrir en exceso al crear un personaje, si no se divierten haciéndolo es que algo está fallando. Cuando una fantasía nos resulta dolorosa tendemos a dejarla y cambiarla por otra. Hagan lo mismo con sus historias y personajes, si se bloquean, si sufren en exceso, busquen otro personaje y otra historia donde se diviertan más. Esto no es un trabajo por el que reciben un salario mensual. No tienen que ir a trabajar para cobrar. Esto es un juego, una diversión, la recompensa serán momentos muy felices. Si logran divertirse escribiendo y creando personajes un día, no muy lejano, descubrirán con sorpresa que alguien les dice que su historia les ha encantado, que sus personajes parecen reales y hasta esbozarán una sonrisa y les dirán: “maestro, me quito el sombrero”.


No hagan demasiado caso, lo mismo que si les dicen que su relato es un ladrillo indigesto. Si ustedes han disfrutado y son felices seguro que alguien se sugestionará con lo que han hecho. El esto es suerte y buena estrella. Tal vez lleguen a escritores consagrados que vendan más libros que donuts gratis a la entrada de un colegio, tal vez reciban palmaditas en la espalda e incluso les dirán : ¡Oh, fulanito!¡Oh menganito! ¡Qué grande eres!


No hagan caso, lo importante es que ustedes estén satisfechos con lo que han hecho y se hayan divertido mucho. Puede que pasen a la historia de la literatura o no, puede que vendan y se hagan ricos o no, puede que nunca sepan que después de muertos son auténticos “Kafkas”, eso es accesorio, no está en su mano, como no lo está que mañana les toque la lotería.


Un escritor, un creador de personajes, es una persona que vive con más intensidad que el resto, que sabe más de sí mismo y de los demás, que es más feliz, más generoso, mejor persona. Y sobre todo es alguien que se ha divertido infinitamente más que el resto de los mortales. Recuerden la orgía perpetua de Vargas Llosa y de Flaubert. El resto es humo para empañar la visión de los incautos.